La educación es un ámbito sensible para las políticas de igualdad porque es el proceso mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y modos de actuar y se produce la vinculación cultural, moral y conductual en la sociedad. La desigualdad entre los sexos se ha reproducido históricamente mediante esa transferencia. Si el proceso de enseñanza-aprendizaje es el que ha permitido la continuidad de la desigualdad, el mismo intercambio es el único medio eficaz para frenarla y para construir la igualdad.
Recursos educativos para la igualdad y para la prevención de la violencia de género.