Ornitorrinco

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• De costumbres anfibias, el ornitorrinco habita las aguas limpias y tranquilas de los ríos y remansos del bosque templado y la jungla de Tasmania y Australia. Son animales solitarios de marcada actividad crepuscular. Excavan galerías a lo largo de las riberas de los ríos y las orillas de los lagos y lagunas, que pueden llegar a superar los veinte metros de longitud.

• La cola es ancha y plana, a modo de remo o pala para maniobrar en el agua. Adquiere además en esta especie especial importancia relacionada con el almacenamiento de grasa como reserva energética.

• La membrana que posee entre los dedos de las manos sobrepasa el extremo de los mismos para conseguir mayor superficie de empuje, durante el buceo. Poseen fuertes uñas que les permiten la excavación de las galerías en las que habitan estos animales. Los machos, poseen en la cara medial de las rodillas posteriores, espolones conectados a glándulas venenosas, al parecer empleados durante los combates que tienen lugar en la época de celo.

• Tiene un característico hocico que se parece al pico de los patos, flexible y de consistencia carnosa y cubierto por piel desnuda. En él se abren los orificios nasales y se disponen multitud de receptores sensoriales capaces de captar campos eléctricos producidos por las posibles presas bajo el agua. Hacia atrás se expande en un escudo frontal tras el cual se sitúan muy próximos los ojos y orificios auriculares. Los huesos de la mandíbula se abren frontalmente para soportar el pico.

• La boca tiene láminas córneas cuya parte anterior presenta aristas con las que machacar el alimento, mientras que la posterior es ancha y plana para masticarlo. Recogen el alimento y lo almacenan en los sacos maxilares junto con piedras de pequeño tamaño que les ayudan a triturarlo. Se alimentan de insectos acuáticos y sus larvas, crustáceos y moluscos acuáticos, lombrices de tierra o acuáticas, pequeños peces e incluso algunos recursos vegetales.

• Son ovíparos, incuban de uno a tres huevos. Las hembras carecen de mamas. Las glándulas mamarias abren directamente a la piel en la región pelviana, en dos campos mamarios, una a cada lado del cuerpo de los cuales se alimentan las crías lamiendo la leche segregada.