HISTORIA DEL GABINETE DE HISTORIA NATURAL
Índice
FORMACIÓN DEL GABINETE DE HISTORIA NATURAL
El Gabinete de Ciencias Naturales del Instituto Padre Luis Coloma, comenzó a formarse en torno al año 1850. El impulso definitivo se produjo en el curso 1861-62, según consta en las memorias anuales.
El Gobierno había exigido la creación de estos gabinetes para impartir la asignatura de 5º curso de Bachillerato, por lo que en el edificio de la Plaza del Mercado que ocupaba el Instituto se construyó una torre y se instaló en la primera planta el Gabinete y en la segunda el Observatorio Meteorológico que fue el primero de este tipo en Jerez.
Los profesores de esta época piensan que la enseñanza debía ir acompañada de prácticas en la que los alumnos comprobasen todas las verdades que se estudiaban en los programas oficiales. El gabinete sería el lugar donde se guardarían las colecciones, donde se expondrían a modo de museo y donde se harían las prácticas o demostraciones. ”Todo se aprende mejor si se hace a través de varios sentidos”.
Convencidos de lo provechoso de este sistema se inició el GABINETE DE HISTORIA NATURAL. Era difícil montarlo en poco tiempo, con poco dinero y, más difícil, si se montaba, según quería el Gobierno, con materiales procedentes de la comarca donde tuviera su sede el Instituto. Pero con el interés, el entusiasmo de los alumnos, de los padres y de las autoridades de Jerez, se consiguió instalar. Colaboraron pecuniariamente en su consecución la Junta Local de Instrucción Pública, el Rectorado de la Universidad y el Estado.
En esta época era profesor de la asignatura D. Juan E. Navarro que también lo fue de Matemáticas. El local elegido para el gabinete era rectangular de 7,5 metros de largo y 6 metros de ancho. Ocupaba el centro del edificio junto a la clase de Historia Natural. Dicen las memorias que era un lugar muy ventilado, alegre y de grandes ventanas. Tenía alrededor una vitrina de 30 metros para colocar materiales. Sin embargo, desde el primer momento se considera que aquel lugar no era el definitivo y se instaló pensando en la posibilidad de un próximo traslado, como sucedió más tarde en 1885 y después en 1953.
La preparación de los ejemplares de animales disecados las hacía Manuel Maqueda, que era profesor de Gimnástica y en sus horas libres se especializó en esta tarea taxidermista, inventó métodos y sistemas para la conservación y colocación de las plumas, de las escamas, de los ojos de los animales, etc…. “Lo que no conocía lo improvisaba”, dicen las memorias del curso 1861-62. Para la realización de esta tarea se nombró a un ayudante y cuando fue necesario también intervinieron los alumnos. Gran parte de los animales disecados de la colección son obra suya.
De estos primeros momentos son las colecciones siguientes:
• Colección de nidos, que alcanzó, en el año de 1862, el número de 30. (colección perdida).
• Colección de huevos que llegaron a ser unos 40. Aquí, se inicia y en la colección actual aun se conservan huevos de esta época.
• Colección de conchas para la que se consiguieron 60 especies.
• Colección de plantas que fueron más de 100.
• Colección de minerales.
• Colección de peces: unos 12 ejemplares, algunos de metro y medio y que aun hoy se conservan.
• Mamíferos no había y como no había dinero para adquirirlos se hizo una colecta entre el profesorado y se pudieron conseguir 2.400 reales con las que se hicieron las primeras compras que procedieron de París.
LAS DONACIONES
Las donaciones al Gabinete de Historia Natural fueron constantes desde sus inicios.
En 1860 D. Juan Elizalde, que era naturalista y navegante, colaboró activamente en el enriquecimiento del gabinete, ayudando en el transporte de los pedidos de París y regalando animales capturados en sus viajes como mamíferos, aves y una Tridachna gigas, procedente del Archipiélago Filipino, cuya peculiaridad era su tamaño, 700 libras de peso. Dicen las Memorias que sus inmensas valvas eran más grandes que las del ejemplar del Museo de Hª Natural de París. Cuando el Instituto se trasladó a la Avenida Álvaro Domecq estuvieron, durante algún tiempo, decorando la entrada. Actualmente, se ignora su paradero.
Don José Revoul, coleccionista aficionado, participó en la colección de moluscos.
En la memoria del curso 1860-1861, la COLECCIÓN ORNITOLÓGICA constaba de 60 especies del país, sobre todo, aves de rapiña y acuáticas. Se guiaban por el catálogo del naturalista Sr. Lopez Seoane, publicado en la revista de Ciencias de Madrid, (1860-61) y por la guía del Sr. Doctor Machado, catedrático de esta asignatura en la Universidad de Sevilla (abuelo de los poetas Antonio y Manuel Machado).
En este curso, se incrementa el número de especies de la provincia provenientes de las compras y frecuentes correspondencias que se tenían con Isla Mayor, Puerto Real, Puerto de Santa María, Sanlúcar, Utrera, Ubrique y algunos otros pueblos de la zona.
Destaca mucho la intervención de D. Juan Martínez, vecino y profesor de Sanlúcar de Barrameda. Él fue quien proporcionó las mejores ejemplares de aves y peces para las colecciones. Pronto se pudieron admirar en el gabinete de Hª Natural ejemplares de lugares muy distantes del planeta: Islas Filipinas, Canarias, Fernando Poo y Santo Domingo. De California se trajo un curusú, valorado como una joya. Respecto a la ENTOMOLOGÍA, el Sr. Don Diego de Agreda trabajó, diariamente, en su extenso jardín de las Atarazanas (casa y jardín actual del colegio de la Compañía de María), en una campaña de mes y medio, para donar al centro una colección de insectos útiles y de insectos perjudiciales para el hombre.
En las Memorias del curso 1860-61, se hace una relación de donantes que ayudaron a enriquecer el gabinete y, además de los citados anteriormente, citan a D. Pedro Diez de Sanlúcar, a D. Francisco García Pérez y D. José del Blanco y Bonilla de Jerez, a los señores D. Manuel Rodríguez, D. Manuel de Silva y D. Miguel de Luna de Arcos y a D. Manuel Berenque de Lebrija.
El profesor, Sr Quintero enriqueció la colección de MINERALES de diversos modos, entre ellos donando algunos de su propiedad.
En 1866 el Sr . Pérez Carmona donó una colección de 33 MÁRMOLES, obtenidos entre los términos de Morón y Montellano y que aún hoy se conserva y podemos contemplarlos en la exposición permanente de la que tratamos en este trabajo.
Referente a las donaciones podemos citar el texto que aparece recogido en las memorias del curso 1866-67:
“Nuestro Museo provincial de objetos naturales está a una considerable altura y tenemos la seguridad de complementarlo y aumentarlo considerablemente cuando podamos disponer de un espacio más grande…
Entre lo más notable adquirido este año, contamos con un objeto regalado por el modesto cuanto entendido anticuario y arqueólogo D. Juan Franco, ingeniero segundo de la empresa de abastecimiento de aguas de la ciudad. Este objeto ha sido extraído hecho pedazos del interior del macizo de la cantera de S. Cristobal y es, a lo que parece, una enorme vertebra de un gran cetáceo, que tiene la apófisis bien distintas y sirve para acreditar que la citada sierra está formada por un levantamiento submarino, o al menos que otro tiempo sus flancos o faldas estuvieron cubiertas por el mar. A cierta distancia del objeto indicado y dentro también de la piedra se encontró un trozo de fósil, que así mismo poseemos, como de una vara de largo, y parece el extremos de una costilla del mismo animal”.
Aunque hoy día esta vértebra y la costilla ya no se encuentran en el museo, D. Manuel Molina Navarro, profesor de biología del instituto (1989-2020), donó en 2008 una vértebra y un húmero de un gran cetáceo recolectadas en la playa de Fuentebravía de El Puerto de Santa María.
Todo esto se hacía pensando en el Museo de Historia Natural para la provincia. Por eso, las colecciones ya no se interrumpieron nunca más. Y estuvo en la conciencia de todos que entre alumnos, profesores, vecinos de Jerez y eruditos de la zona tendrían que mantener y enriquecer las colecciones. Todo ello redundaría en la riqueza cultural de Jerez, en el prestigio y en la prosperidad de la institución.
Que los alumnos se hacían responsables de esta tarea podemos comprobarlo a través de esta lectura:
“Los alumnos, hijos del Establecimiento que van allende de los mares, llevan el encargo de remitir algún recuerdo de esta clase para el establecimiento y por este medio hemos de adquirir algunas cosas notables. D. Manuel Choquet, natural de esta ciudad, médico de Armada en la fragata “Resolución” y, por tanto, compañero de los de la expedición científica del Pacífico, nos ha traído unos cuantos ejemplares de las minas de Copiacó, en la República de Chile, la colección de aves marinas que producen el guano en las islas Chinchas y unos modelos de las artes de pesca de los isleños de la Polinesia.
La colección era más rica, pero cuando la Resolución estuvo a punto de perecer en su viaje de vuelta, hubo necesidad de echar al agua alguna carga y, entonces, según nos dice el Sr. Choquet se perdieron en la inmensidad del océano algunos preciosos objetos que venían destinados a nuestro Gabinete”.
En las memorias del curso 1875-76 se menciona la adquisición de un pelícano que aún se conserva en la colección, y que por ser una de las aves más grandes y más antiguas del museo es la mascota y logo.
En este mismo curso, se añade a la colección botánica un hermoso HERBARIO hecho para el instituto de la flora pirenaica. Debió ser muy admirado y una joya para el gabinete y el Instituto. Se le cita muy frecuentemente en las Memorias y el buen estado en el que se conserva, por los buenos cuidados recibidos, es síntoma de su importancia. Compuso las carpetas y colocó el material D. José Aranda, que era un colaborador del Instituto para la conservación y montaje de materiales didácticos de las distintas asignaturas. Por este trabajo cobró 1000 reales de vellón, siendo a su costa los materiales. Así figura en los Libros de Cuentas del 18776.
En el curso 1877-78 se habla de tres joyas: un ornitorrinco, que aun tenemos, una pareja de tiburones del que nos queda uno y un curusú del que ya hemos hablado.
Se hizo, en 1879, una colección de maderas en rollos, correspondientes a árboles y arbustos, en su mayor parte de la provincia, y algunos otros de maderas exóticas, sumando un total de 355 ejemplares, en el curso 1879-80. Fue premiado en la Exposición Bético –Extremeña.
En este año también se amplía la colección de minerales con 30 ejemplares, donado por Don José Alfonso Cuevas. En 1880-81, se considera que el Gabinete alcanza casi por completo las necesidades de la segunda enseñanza. Y se empieza a formar el GABINETE DE AGRICULTURA con modelos de los útiles más utilizados, se compra una colección de muestras de abono y semillas, que el Catedrático de la asignatura, D. Gumersindo Fernández de Rosa, completa con muestras de abonos, tierras y semillas de nuestro término. Un Bufo bufo es adquirido por el gabinete de Hª Natural y que aún se conserva.
Una boa constrictor, ha estado en la colección hasta la década de los 1980, impresionante por su tamaño, fue adquirido en 1883-84 costando 130 pesetas.
También en las memorias se habla de un proyecto, hacer un jardín botánico en la Plaza del Mercado. “El Exmo. Ayuntamiento tenía proyectado, según tenemos entendido, para este mismo año, levantar, en la espaciosa Plaza del Mercado , frente a este mismo sitio en que estamos, una glorieta cerrada con verjas, y asientos y un paseo alrededor. No podía haberse discurrido cosa más a propósito y conveniente para llenar nuestro objeto de Botánico…”
El Instituto se trasladó al convento San Juan de Dios, en la Alameda Cristina, en el año 1885.
En esta etapa de la Historia del instituto siguen sucediéndose donaciones como la de D. José Mª Escudero Franco (1885) que regala un modelo de Asterias rubens. De esta nueva ubicación tenemos fotos del GABINETE DE CIENCIAS NATURALES y se puede ir comprobando el material que decía tener, con el que se ve en la foto y con el que se ha conservado hasta ahora. En la fotografía del Gabinete, podemos ver al fondo, encima de las armarios, al marrajo y al esturión que aún conservamos. Dentro de los armarios, están las aves, entre ellas se observan las tres gallinas de Guinea, el calamón, el ostrero, o las aves rapaces.
En el curso 1888-89 causó una gran expectación la compra del jabalí y de un lobo con un cordero, ejemplares que apreciamos en el primer plano de la foto. La Boa constrictor, citada anteriormente, esta justo detrás del jabalí
En el curso 1890-91, se compraron dos tiburones de 2,75 m, uno de ellos se aprecia en la foto, y un maravilloso avestruz de 2,10 m de altura. Delante del avestruz, podemos apreciar, en el suelo, la cabeza del lince de la maqueta, que conservamos en nuestra colección actual, de un lince con un zorro.
Anteriormente, en el curso 1865-66, se debió de adquirir otro avestruz. “Don Manuel Maqueda ha disecado un avestruz, extraña pieza procedente del bello jardín de aclimatación del Sr. D. Julián Pemartín” (se trata del Jardín de las Cadenas). Información facilitada por Jesús Caballero Ragel de las “Memorias del Instituto provincial del curso 1865-66”(Biblioteca Municipal de Jerez; sección folletos Varios).
D. José Soto Ruiz, en 1890, regala una Talpa europea , que no conservamos. El Sr. Duque Almodóvar (1891) dona ejemplares de auríferos y argentíferos; El Sr. Marqués de Mochales (1891) regala ejemplares de las Salinas de Torrevieja.
En 1892, se compra una ardilla disecada, que está perdida.
La colección de huevos iniciada, en 1863, por el profesor de Ciencias, D. Salustiano Sotillo y Rodríguez sufre un incremento y reforma importante en esta década de 1890-1899, por D. Francisco Rodríguez y García, profesor de Ciencias de entonces.
El siglo XIX finaliza con 1360 objetos zoológicos, 1408 minerales, 3347 productos botánicos.
Pero ya en el siglo XX a las tareas tradicionales de aumentar las colecciones se añaden nuevas actividades propias de los nuevos tiempos. La diferencia fundamental con los años anteriores es que estas actividades se hacen más a lo vivo, los materiales se consiguen tras organizar y realizar “excursiones”. Este sentimiento de hacer una materia viva la enseñanza de las Ciencias Naturales, se refleja en la decisión de hacer un Jardín Botánico en la fachada del antiguo convento de San Juan de Dios, junto con una fuente central destinada a acuario y al cultivo de plantas acuáticas.
D. Ramón Esteve López, dona un ejemplar del arma ofensiva del pez sierra en 1902, que aún se encuentra en excelente estado de conservación.
Don Mariano Pescador y Gutiérrez del Valle (1907) regala una cabeza frenológica.
En 1908 el MUSEO DE CIENCIAS NATURALES DE MADRID, dona al Instituto 81 especies minerales y otras de fósiles, gracias al afán del profesor de Ciencias Don Enrique Pons Irureta.
Además, en la foto del gabinete podemos ver la campana de vacío y el carrete Ruhmkorrf del gabinete de ciencias. En el medio de la sala hay una larga vitrina donde se colocaba la colección de artrópodos, de la cual, no queda nada por su difícil conservación.
En 1910-11, se adquiere un hombre clástico, por el precio de 655pts. En la foto se ve presidiendo el gabinete, al igual que lo hace, ahora, en nuestro museo. El esqueleto humano es del mismo año pero de él solo quedan sus caderas, algún fémur y quizás un pie. Costó 210 pts. En la cátedra de agricultura se consigue un modelo niquelado de arado de triple vertedera que estuvieron en el Instituto hasta hace muy poco tiempo.
En este mismo curso, se compra un modelo de grano de trigo, en escayola y cuadros murales de tela y madera de botánica.
D. Ramón Cala y Ordoñez y D. Horacio Bel y Baena regalaron minerales a la colección (1916-17).
En 1931 se compran láminas de histología y modelismo y un micrótomo cilíndrico.
EXCURSIONES Y CURSILLOS DE ENOLOGÍA
- EXCURSION A LA GRANJA INSTITUTO AGRICOLA (1907-1908):
Esta excursión fue dirigida por el catedrático de agricultura, el Sr. D. Diego Jordano e Icardo. Su objetivo fue familiarizar a los alumnos en el conocimiento del mecanismo de la maquinaria agrícola ya que dicho establecimiento, dirigido por Eduardo Noriega, se encontraba perfectamente surtido. Otro propósito fue enseñar las faenas de los diferentes cultivos, las aplicaciones de los abonos y demás cuestiones relacionadas con la materia.
- EXCURSIONES NATURALES DEL AÑO 1907-1908:
D. Enrique Pons e Irureta efectuó numerosas excursiones a diferentes sitios del término y fuera de él, su fin fue explicar a sus discípulos cuanto se refiere a la flora y fauna de los sitios visitados y de paso recoger abundantes ejemplares de los tres reinos de la naturaleza . En el gabinete hicieron una colección de insectos de 100 especies como recuerdo de dichas excursiones. - EXCURSIONES DE LOS AÑOS 1910-17. SALIDAS AL CAMPO:
El profesor que las dirigía se llamaba Vicente Martínez Gámez, entre los año de 1910-15, se hacen estas cuatro excursiones: - Puerto Real donde visitan las canteras
- Estación sericícola
- La Granja escuela
- Las dunas del Guadalete
De esta experiencia se hicieron Memorias como el folleto titulado “Recuerdo de unas excursiones botánicas…”, publicado por Litografía jerezana que contiene, además de un grabado, una reseña de las especies recogidas. Han quedado como testimonio de la flora existente en el ámbito de Jerez a principios del siglo XX. Las excursiones se dirigieron al ámbito de Jerez y no se distancian de la ciudad más de 15 Kilómetros. El grupo lo componen unos doce alumnos de los que se conservan sus nombres y el profesor expresa su satisfacción y recomienda actuaciones como esta, pues con pocos gastos los alumnos adquieren grandes conocimientos. El objetivo no fue buscar especies nuevas sino conseguir que los alumnos aprendiesen y que, sobre todo, que estimularan su afición a la Botánica.
La fecha elegida fue la primera quincena de Abril para poder estudiar todas las partes de las plantas. También se estudiaron minerales como el yeso espejuelo de la Sierra de San Cristóbal o los cuarzos del Cerro Frutos y zonas inmediatas: cristales de roca, cuarzos lechosos, ahumados y el Jacinto de Compostela (mucho de estos ejemplares se conservan en nuestra colección).
La actividad más valorada fue la búsqueda de Orquídeas por la carretera de Jerez al Puerto, por el lugar de Las Cruces. También buscaron en las fuentes de los albarizones y por la Cartuja. En los Garciagos y en la Torre Melgarejo estudiaron la Ophrys lutea. Y en la Sierra de San Cristóbal encontraron la Ophrys fusca.
En la zona de la Alcubilla (“más allá de las agujas al lado de la vía férrea”) se encontró la Serapias longipetala Poll.
En los llanos de Caulina y en sus campos limítrofes comprobaron la existencia del Chamaerón humilis L., que ofrecían racimos florales.
En el Parque del Tempul también identificaron plantas, así como en las playas de SanTelmo se recogió el ranúnculo.
Los árboles de las carreteras y de los caminos, también los de los parques y paseos de Jerez, fueron clasificados.
Así quedó reflejado en las Memorias: “Las excursiones escolares llevadas a cabo durante le mes de Abril por el Catedrático de Hª Natural D. Vicente Martínez Gámez en compañía de los alumnos oficiales del 6º curso han sido verdaderamente provechosas y fructíferas.
De modo especial se dedicaron a la búsqueda y recolección de orquídeas para amentar la colección ya numerosa de excursiones anteriores. Las especies más notables y curiosas encontradas este año son las siguientes: Ophrys tenthredinifera; Ophrys apifera,( muy rara en estos contornos); Ophrys scolapa, Ophrys arachnites; Orchispapilonacea; Orchis paten; Orchis mascula; Orchhis simia, (especie notabilísima); Serapoas cardigera;
Serapias longipetala;Serapias ocultata; Serapias lingua. Aunque no pertenecientes a las orquídeas también merece consignarse el hallazgo de la Fritillaria hispanica liliácea particular de esta región sub occidental.” (Memoria s del curso 1910 – 1911. Pag. 12). - EXCURSIÓN DE LOS ALUMNOS DE 6º CURSO A SANLUCAR DE BARRAMEDA 1922-1923:
Su objetivo era conocer la Colonia Agrícola de Monte Algaida, situada en su término municipal. Al frente de ella iba el señor Director, D. Isidoro Fernandez de Uribe y el de Agricultura D.Gonzalo Fructuoso Tristancho, quienes acompañados del culto Ingeniero Director de la Colonia, dieron explicaciones sobre el terreno, de la labor social ejecutada por el estado con la creación de esta clase de colonias y del curioso procedimiento de cultivo llamado de los navazos, que emplean los colonos de La Algaida, para obtener de aquellos terrenos completamente arenoso, y al parecer estériles, la vegetación esplendida y exuberante que se ofrecía a la vista de todos. Memoria del curso 1922-1923 pgn 13-14. - EXCURSIÓN DE 5º Y 6º DE BACHILLERATO AL PUERTO DE SANTA MARÍA Y PUERTO REAL 1924-25:
En el Puerto de Santa María, visitaron la estación sericícola, Dunas del Guadalete para ver como se contenían las arenas. Y la bodega Xerez champagne de Don Ramón Jiménez González.
En Puerto Real, se visito sus celebres canteras, cuyos frondosos pinares, proporcionaban unos panoramas deliciosos y vegetación exuberante. (Memoria de 1924-1925). - CURSOS DE ENOLOGÍA:
En 1920-1921, se comienza una nueva labor, la explicación de un cursillo de Enología técnico- práctica de la mano del profesor, D. Francisco Germán y Alsina. La importancia y necesidad de estos estudios para la región fue puesto de manifiesto con el hecho de que hubo que ampliar el número de alumnos admisibles, pues el solo anuncio de apertura de matrícula, acudieron con exceso a inscribirse muchas personas dedicadas al negocio del
vino, algunas de fuera de la localidad, que tenían que hacer un viaje para la asistencia a las clases. El fruto que se saco de estas enseñanzas y el entusiasmo que despertó en los alumnos el hermoso y desinteresado trabajo de D. Francisco German y Alsina fue puesto de relieve con el homenaje que le hicieron al final del curso. Al principio del próximo Enero serán reanudadas tan útiles explicaciones. Se repitieron estos cursillos en los años posteriores.
EL FAMOSO Y DESCONOCIDO HERBARIO DEL INSTITUTO PADRE LUIS COLOMA
Una de las adquisiciones más importantes del Instituto de Jerez se produjo en 1875 cuando fue presentado al claustro un magnífico Herbario con plantas que provienen del Pirineo Aragonés, envidiable por su trabajo, por su contenido, por su instalación. Aquel Herbario mejoraba a los de las Facultades Universitarias, lo consultaban importantes especialistas, lo querían comprar universidades extranjeras. Contenía miles de plantas perfectamente catalogadas. Ante el respeto y agradecimiento de todos había sido conseguido por el Director D. Nicolás Latorre y Pérez, debido a su celo e interés por el Instituto que dirigía. Sin embargo, en ningún sitio se cita al autor por su nombre, aunque se valora por su trabajo y capacidad, quedó en el anonimato, no aparece en ningún documento.
Cuando D. Juan Miró leyó la Memoria del curso 1874–1875 a principios del curso siguiente (1875–1876), la satisfacción era inmensa ante una donación magnífica que terminaba como broche de oro el Gabinete de Historia Natural: Se trataba de un valiosísimo Herbario. Además de ser riquísimo en número de especies estaba muy bien instalado, con sus fichas y cintas de registro, se valoraba al botánico que hizo la colección, decía que había trabajado muchos años y que va a seguir enviando plantas hasta completarlo.
En el curso 1875–76 se encargan 18 cajas para contener el Herbario. Se hicieron con forma de libro con un grueso de 30 centímetros, de madera los frentes, menos el lomo que es de piel. En el lomo figura un número del uno al dieciocho y las familias que contiene. Costaron 720 reales de vellón que cobró el artesano que las hizo, J. Colomer (Libro de Cuentas de 1877–1878).
También hubo que hacer las carpetas que están dentro de las cajas y que contienen las plantas. Las hizo José Aranda y las facturas aparecen en el Libro de Cuentas de 1877– 1878.
Cobró por los materiales y el trabajo 1.000 reales de vellón. Estos son los únicos gastos que ocasionó el Herbario.
Como aislantes de la humedad para todas las cajas se tomaron los periódicos locales de aquellos días del año 1875 y hoy constituyen buena muestra de la autenticidad del Herbario aparte de informarnos de la vida local de aquellos días.
Es muy significativo el texto de las Memorias de 1875 que describía el nuevo Herbario. Lo exponemos aquí:
“Este aumento ha sido muy notable durante el año académico de que nos ocupamos. En primer lugar el notable gabinete de Historia Natural, que con justo motivo ha llamado la atención de los naturalistas extranjeros que lo han visitado, se ha enriquecido con un magnífico Herbario, que tendrá pocos rivales, aún en gabinetes de Facultades.
Dicho Herbario consta de unas mil plantas, perfectamente acondicionadas en dieciocho abultados volúmenes, divididos en cuadernos. Cada uno de estos contiene una familia y tiene una cinta registro rotulada, que sale al exterior, para que puedan buscarse en él las plantas con la misma facilidad que las palabras de un diccionario.
En cada planta hay un tarjetón, que contiene su nombre científico, el sinónimo de Linneo, el vulgar cuando lo tiene, su tamaño común, el sitio en que crece, la época de su inflorescencia, el color de la flor y sus aplicaciones a la Medicina, a la Industria y a la Economía doméstica.
El sabio botánico que lo ha formado, trabajando sin cesar muchos años y corriendo en sus herborizaciones los riesgos consiguientes, ha ofrecido que continuará remitiendo a este Instituto las plantas nuevas que adquiera en lo sucesivo y con las mismas condiciones que ofrecen las que actualmente contiene el Herbario.
Éste ha sido codiciado por fitógrafos extranjeros, quienes, a fin de adquirirlo, han hecho proposiciones muy ventajosas al que le ha formado, pero este se ha negado a aceptarlas.
Por lo tanto ha sido ha sido una fortuna para el Establecimiento la adquisición de tan preciosa alhaja, adquisición que se debe a las activas gestiones del señor Director actual del mismo, que tanto se afana por su esplendor (Juan Miró Salgado: Memoria del curso 1874–75, páginas 18 y 19. Jerez, 1875).
Esta Memoria fue la primera en la que el Herbario se cita. Pero desde entonces todos los años vuelve a aparecer, siempre valorando su contenido y su riqueza. El herbario del Instituto se comentaba en las guías de la ciudad, en los libros de Historia de Jerez, en los documentos descriptivos de grandes obras de la ciudad o en los libros relacionados con la Educación. Tener aquel Herbario elevó la categoría del Instituto.
PROCEDENCIA DEL HERBARIO
La procedencia del herbario tiene que ver con el lazo de unión que un profesor de Lengua del siglo XIX fue capaz de anudar entre el Pirineo Aragonés y este viejo Instituto del Bajo valle del Guadalquivir.
Dicho profesor responde al nombre de D. Nicolás Latorre y Pérez, catedrático del Instituto de Jerez.
En el curso 1866–67 se incorporó al claustro del instituto un profesor nuevo y joven, D. Nicolás Latorre y Pérez que era catedrático desde el 8 de Julio de 1862 y llegó a Jerez para sustituir al catedrático de Latín y Castellano, D. Juan Ildefonso Gutiérrez que acababa de fallecer. D. Nicolás Latorre era catedrático de Retórica y Poética. Su llegada a Jerez se produjo después de una epidemia de cólera que había mantenido el Instituto cerrado desde Diciembre de 1865 hasta febrero de 1866. Durante los años convulsos del Sexenio revolucionario (1868–1874) impartió clases de Gramática Latina y Lengua Castellana en 1º y 2º curso de Bachillerato. En Noviembre de 1873 fue nombrado director, cargo que ocupó hasta junio de 1895, fecha de su fallecimiento. Fue profesor del Instituto un total de treinta años y veintidós de ellos director. Conocemos su trayectoria literaria, sus libros y escritos, sus poemas y los premios con que fue distinguido. Era autor desde 1878 del Manual de Retórica y Poética que impartía. Se distinguió en las celebraciones que se hicieron en el Centenario de Calderón de la Barca.
En las Memorias del curso 1895–96 se dice de él que fue un hombre cultísimo, buen escritor y poeta, ejemplar ciudadano, de costumbres intachables, cariñoso maestro, modesto y prudente, recto y justo. Querido por todos (Cayetano Castellón y Pinto: Memoria del curso 1895–96, páginas 5 y 6).
Para recordarlo se acordó hacer un retrato suyo que luciera en la GALERÍA DE DIRECTORES. Se abrió una suscripción para hacer el retrato, que lo hizo Nicolás Trades en 1896 y desde entonces su imagen, con la de otros compañeros, está presente en las paredes de este centro.
Bajo su dirección vivió el Instituto los años más brillantes de su Historia que coinciden con el periodo político de la Restauración: reinado de Alfonso XII y Minoría de edad de Alfonso XIII.
La familia Latorre
En el listado de alumnos que optan a matrícula de Honor en Historia de España del curso 1866–67 se presentó un alumno llamado Manuel Latorre Peset. En cursos sucesivos aparecen en las listas Germán Latorre Peset y Fernando Latorre Peset. Todos ellos hermanos, hijos de un farmacéutico, natural de Larrés, llamado VICENTE LATORRE Y PÉREZ y de Amalia Peset, natural de Torrecilla de Cameros (Logroño). Todos son sobrinos de D. Nicolás Latorre, hijos de su hermano Vicente, que hicieron en Andalucía su carrera, al menos los dos primeros, de los que tenemos noticias en otros ámbitos. Estos niños vivían en Jerez en casa de su tío D. Nicolás Latorre y Pérez, que no tenía hijos (Archivo del Instituto de Jerez. Expedientes de alumnos).
Todas estas personas citadas, combinadas entre sí, fueron las causantes de la adquisición del mejor Herbario de los Institutos españoles. Al menos esta fue la idea que tuvieron las siguientes generaciones sobre la colección de plantas del Gabinete de Historia Natural. Veamos uno a uno:
-D. Nicolás Latorre y Pérez, Cadrático y director del Instituto se impregna del ambiente que encontró a su llegada al centro donde vio a compañeros, padres, alumnos, personas cultas de la ciudad, autoridades locales, casas de comercio y empresas bodegueras volcarse en la formación de aquellos gabinetes. La participación de todos consistía en donar, en colaborar económicamente, en ayudar a preparar plantas o disecar animales, en ofrecerse para los transportes por los difíciles caminos de la época. D. Nicolás Latorre desde la Dirección se sentía más comprometido que los demás en dotar al Instituto de un herbario más completo que el existente formado por plantas de un jardín de la ciudad y trajo el Herbario desde Larrés por donación de su hermano Vicente.
Los sobrinos de D. Nicolás (Manuel, Germán y Fernando) son alumnos del Instituto y como tantos otros debieron estar dispuestos a ayudar en la tarea. Todos los veranos en Larrés había tiempo para ayudar en aquella ingente tarea en compañía de su padre D. Vicente y de su tío D. Nicolás.
Además a Manuel Latorre, el mayor, lo encontramos unos años después, 1874, en la Exposición Bético–Extremeña de Sevilla como presidente de la sección de floricultura. ¿Siguió los pasos de su padre?
Germán Latorre Peset, el segundo, fue farmacéutico y continuó viviendo en Jerez donde contrajo matrimonio con Isidra Setién y Gutiérrez, de Udalla (Santander) y perteneciente a una familia de comerciantes que habían instalado una tienda en la Plaza del Arenal en la casa de su propiedad y parte de la misma alquilada por D. Nicolás Latorre como vivienda. Aquella tienda se convirtió en la Farmacia, que hoy sigue llamándose Farmacia Latorre y la calle que le rodea se llama también Calle Latorre pues en aquella misma casa estaba la casa de D. Nicolás Latorre. Su hijo fue Germán Latorre Setién, cuyo expediente académico se conserva en el Archivo del Instituto “Padre Luis Coloma”.
– D. VICENTE LATORRE Y PÉREZ, farmacéutico de Larrés, profundo conocedor de la Botánica, meticuloso y ordenado, curioso en sus apreciaciones, exacto en la localización de cada ejemplar en el tiempo y en el lugar. Hombre agradecido hacia su hermano, Director del Instituto y tutor de sus hijos que como pupilos ocupaban su casa durante el curso y se formaban para el futuro.
Todas las fechas que aparecen en las fichas del Herbario son a partir del 1874. Entonces debía estar hecha ya la base del Herbario. Las fechas 1874, 1875, 1876, 1877, 1879, 1881, 1882 que aparecen a lo largo del mismo y los meses de Mayo, Junio, Julio, Agosto y Septiembre son coincidentes con la estación veraniega en la que la recogida de plantas
era posible y era la misma de las vacaciones de verano de los estudiantes y de D. Nicolás que acudían en dicho periodo a su Larrésnatal del que no se alejaron nunca. Pienso en la colaboración de todos ellos en años sucesivos. (Explicaciones dadas por jerezanos relacionados con el Instituto y con D.Vicente Chamorro Latorre y D.Manuel Chamorro Latorre, sobrinos nietos de D.Nicolás y profesores del Instituto en el siglo XX).
Cuando en tiempos posteriores se leían aquellas fichas del Herbario del Instituto, la mente nos llevaba a los campos de Larrés, a los pueblos de Larrés, a los Montes de Larrés, a los Prados de Larrés, a los Barrancos de Larrés, a los Cántaros de Larrés, al río Genar de Larrés.
Ningún Director de este Instituto dejó escrito tantas veces el nombre de su pueblo. Sin embargo, de D. Nicolás Latorre no hemos podido nunca leer en el archivo documento alguno oficial sobre su lugar de nacimiento o circunstancias de su procedencia. La puesta en relación de estos datos ha sido posible ante la pregunta que desde el Instituto Pirenaico de Ecología se nos hizo: ¿Saben ustedes algo de un Herbario que hizo D. Vicente Latorre y Pérez?.
Aquella pregunta fue la pieza del puzzle que nos faltaba. Todo quedó aclarado y leyendo las fichas del Herbario estamos seguros que a D. Nicolás le evocarían los veranos frescos de su tierra frente al tórrido verano andaluz cuando en el Herbario leía aquello de “matorrales sombríos y musgosos, entre los pastos, entre los musgos, en los sitios frescos y sombríos, en los sitios húmedos y cultivados, en el lecho del Gállego, junto a una fuente….”.
Además todos los lugares donde creció una planta quedaron citados, algunos muchas veces. En Jerez nadie se olvidaría de Larrés y la Botánica se estudiaría con el valle de Tena y Acumuer por delante.
COLECCIÓN DEL MATERIAL DIDÁCTICO DEL GABINETE DE HISTORIA NATURAL
El departamento se ha ido surtiendo de objetos de todas partes del mundo, bien compradas, bien donadas. En las memorias se habla de adquisiciones de las Islas Filipinas, Canarias, Fernando Poo y Santo Domingo. Pero sobre todo de su zona: Puerto de Santa María, Puerto Real, Isla Mayor, el Coto, Sanlucar de Barrameda, Utrera, Ubrique y otros pueblos cercanos.
A continuación, presentamos los objetos que aun conservamos y exponemos en el museo.
COLECCIÓN DE GEOLOGÍA
Colección de rocas y minerales.
Comienza desde la fundación del Instituto y en ella participan numerosos donadores según la época:
-El profesor, Sr Quintero enriqueció la colección de minerales de diversos modos, entre ellos donando algunos de su propiedad.
-Don José Alfonso Cuevas dona 30 minerales en 1879.
- En 1908 el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, dona al Instituto 81 especies minerales, gracias al afán del profesor de Ciencias Don Enrique Pons Irureta.
-D. Ramón Cala y Ordoñez y D. Horacio Bel y Baena regalaron minerales a la colección (1916-17). - Colección de mármoles
Fue donado por el Sr Perez Carmona, obtenidos entre el término de Morón y Montellano en el año 1866. Empezó como una colección de 33 mármoles hasta llegar al número actual de 72.
Colección de fósiles
Desde que se formó el gabinete se coleccionan fósiles, se destaca la donación por parte del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en el curso 1907-1908, gracias a los contactos del profesor de Ciencias Enrique Pons Irureta.
- Maquetas de relieve y corte geológico
- Modelos cristalográficos en madera
- Modelos cristalográficos en varillas de metal
COLECCIÓN DE BOTÁNICA
- Herbario de los Pirineos de 1875
Herbario de los Pirineos de 1875. Es la colección más importante del Instituto. En las memorias se cita un magnífico Herbario, envidiable por su trabajo, por su contenido y por su instalación. Este Herbario data de 1875 y era mejor que los de las Facultades Universitarias. Lo consultaban importantes especialistas y lo querían comprar
universidades extranjeras que hacían proposiciones muy ventajosas al autor, D. Vicente Latorre y Pérez. - Colección de laminas de histología vegetal
Cuatro cuadros murales (de Slchmeil) de Botánica con telas y medias cañas se añaden el curso 1910-1911 y un quinto mural posiblemente posterior.- – Lámina 1. Histología del tallo, raiz y hojas. Prof. E. Rapossi. Anonio Vallardi, editore. Milano
- – Lámina 2. Hojas. Profesor E. Repossi. Antonio Vallardi, editore. Milano Cultura. Eimler Lasanta. Haase S.L. Madrid
- – Lámina 3. Citología de …….Profesore E. Rapossi. Antonio Vallardi, editore. Milano
- – Lámina 4. Raíces. Prof. E. Rapossi. Antonio Vallardi, editore. Milano
- – Lámina 5. Enfermedades de la vid. Prof. Lauro Pasinetti. Antonio Vallardi, editor . Milano
- Maqueta de una semilla de trigo
El grano de trigo se adquirió en el curso 1910-1911
COLECCIÓN DE ANATOMÍA HUMANA
- Cuerpo clástico
Se adquirió por 655 pts en el curso 1910- 191. - Cuerpo óseo (restos)
Esqueleto humano se adquirió por 210 pts en el curso 1910-1911 - Modelo del encéfalo
Cabeza frenológica donada por D. Mariano Pescador y Gutiérrez del Valle??? - Modelo del órgano de la visión
Adquirido en la década de 1950 - Modelo del órgano del oído
Adquirido en la década de 1950 - Modelo de la anatomía de la laringe
Adquirido en la década de 1950 - Modelo de la anatomía del pulmón
Adquirido en la década de 1950 - Modelo de la anatomía del corazón
Adquirido en la década de 1950
COLECCIÓN DE ANIMALES:
- Colección de Peces
- Colección de Anfibios
- Colección de Reptiles
- Colección de Aves
- Colección de Mamíferos
COLECCIÓN DE HUEVOS:
La colección se inicia, en 1863, por el profesor de Ciencias, D. Salustiano Sotillo y Rodríguez, que aporta 2 huevos de Avutarda. En la década de 1890-1899, D. Francisco Rodríguez y García, profesor de Ciencias de entonces, completa la colección, durante los años 94, 95,96, 97, 98 y 99.
Se realizan batidas en busca de huevos en la época de cría. Las recolectas se hacen por zonas cercanas a Jerez como el Coto de donde proceden la mayoría, de las marismas del Guadalquivir, Ubrique, Mesas o Sanlúcar. Según la fecha de recogida podemos saber que las excursiones podían durar 3 o 4 días como pasa en los años de 1897 y 1898.
BIBLIOGRAFÍA:
- Artículo de Mª Dolores Rodríguez Doblas procedente del libro “Flora medicinal del alto gallego”
- Memoria 1860-61 pgn 32-33
- Memoria del curso 1866-67 pgn 17
- Memoria del curso 1867-68 pgn 12-13
- Web:http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/GuerraPacificoEspaniaChPerú/ Pacifico1base.htmA finales de 1862, la Reina española Isabel II aprobó el envío de una expedición científica a los mares de Latinoamérica. La expedición se puso bajo las ordenes del Almirante Luis Trasero Hernández Pinzón (descendiente directo de los hermanos Pinzón que acompañaron a Cristóbal Colón en el descubrimiento del Nuevo Mundo). Su escolta eran tres buques de guerra: Las fragatas de vapor gemelas Triunfo y Resolución y la goleta Virgen de Covadonga. Sin embargo, además de la investigación científica, uno de los propósitos del viaje era apoyar las demandas de ciudadanos españoles que viven en las Américas.
- Memoria del curso 1860-61 pág 36-37
- Memorias de 1907 pag. 15
- Memorias de 1902 pag. 15
- Memoria 1907-1908 pgn 65
El Gabinete de Historia Natural del Instituto Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera
- Autores: Ana Ruiz Rodríguez
- Localización: Hespérides: Anuario de investigaciones ISSN 1576-8600, Nº 15, 2007, págs. 305-320